viernes, 20 de enero de 2012

Comunidad de El Tablazo exige traslado de nuevo párroco


Desde que en 1870, los tablaceños encabezados por el presbítero Leoncio Villa iniciaran la construcción del actual templo no se tiene conocimiento de la indignación de habitantes y feligreses por cuenta de un desacuerdo al interior de la parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá.


El anuncio de la Diósesis Sonsón Rionegro de hacer el traslado del cura párroco que se venía desempeñando como pastor de la Iglesia de este sector occidental, no había despertado tanto revuelo como el sucedido cuando se conoció al nuevo encargado. El Pbro Javier López Rios llegó finalizando el mes de diciembre a la parroquia con decisiones tomadas sobre la planta de personal y cambios en la estructura administrativa; también lo hizo con el traslado del sitio de almacenamiento de imágenes y mobiliario de propiedad de la parroquia, el cual en gran medida es producto de donaciones y adecuaciones realizadas por voluntarios y aportes de nativos y veraneantes.

Tales cambios posiblemente habrían sido discutidos y motivo de acuerdo, de no ser porque el nuevo miembro de esta iglesia llegó sin ánimos de conciliar y desconociendo de forma tajante la autoridad que le asiste a la comunidad para decidir sobre los cambios o reformas en la parroquia. Una institución dentro de la iglesia como es el Consejo parroquial no fue consultado ni convocado para presentar al nuevo párroco, todas las decisiones fueron impuestas sin consideración a la tradición de ayuda e identidad con la parroquia y que caracteriza a la comunidad de la Vereda el Tablazo.

Mucho menos fue bien recibida la cantidad de acompañantes con que el nuevo párroco ha de permanecer en su estadía en la parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá: un conductor, un contador, un mayordomo, tres personas de servicio (entre ellas dos religiosas), un sacerdote, un acompañante y un sacristán. Talvés fue esta la razón para que la comunidad rodeara a los dos únicos empleados con que se ha mantenido durante mucho tiempo atrás la parroquia, y que hoy se pretenden reemplazar por una nómina que va en contravía de la capacidad financiera de la iglesia y de una política de austeridad que le haría honor a los postulados del clero.

Los hechos motivaron la reacción de los habitantes y comunidad de la vereda El Tablazo en la cual a través de la Junta de Acción Comunal y el Consejo Parroquial se adelantaron gestiones que por la vía del diálogo pretendían no solo reversar la decisión del nombramiento, sino la permanencia de la secretaria actual y el mayordomo que a su vez presta servicios varios como sacristán.

El pasado 19 de enero Mons. Fidel León Cadavid escuchó una comisión nombrada para tal fin en la cual ampliamente se le dio a conocer los hechos antes descritos, y de los cuales esperan pronta solución. Enfatizaron los representantes de la comunidad en la exigencia de nombrar otro cura párroco para la Iglesia a fin de retornar a las condiciones anteriores que permitan seguir prestando asistencia a la iglesia como hasta la fecha se ha dado.

Hoy la comunidad de la vereda está atenta a la solicitud realizada al Obispo de la diósesis. A través de este comunicado El Consejo parroquial y la Junta de Acción Comunal informaron sobre los hechos a los habitantes, visitantes y feligreses de la parroquia: De click sobre la imágen para verla ampliada.